Los españoles están cada vez más concienciados sobre el medio ambiente y sobre impacto que tienen sus hábitos de consumo en el planeta. Según la última encuesta de ING TFI Consumer Research sobre Sustainable consumer spending, el 65% de los españoles está dispuesto a cambiar sus hábitos de consumo en beneficio del medio ambiente. Y uno de los entornos con más recorrido en esa transformación de la rutina se encuentra en el hogar.
En concreto, en mejorar las condiciones energéticas de las viviendas. Los edificios son los responsables del 40% del consumo energético de la Unión Europea y del 36% de las emisiones de gases de efecto invernadero, generadas principalmente durante su construcción, utilización, renovación y demolición. Por eso es fundamental que los edificios sean energéticamente eficientes mediante la construcción y rehabilitación de edificios que cumplan con estándares de construcción exigentes.
Muchos países europeos han iniciado la transición hacia un modelo más limpio y renovable. Por ejemplo, Francia ha prohibido el gas y el petróleo en las nuevas viviendas a partir de 2021 y en los apartamentos a partir de 2024. Dinamarca ha prohibido la instalación de calderas de gas en los nuevos edificios desde 2013 y los Países Bajos en 2018.
La UE también acaba de lanzar una legislación actualizada para reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero de los edificios, exigiendo que todas las nuevas construcciones habitables en Europa sean de emisión cero, altamente eficientes energéticamente y que sean alimentados únicamente por energías renovables para 2030.
Más de 40 años de antigüedad
Mirando de nuevo a España, hay más datos de la encuesta de ING que revelan cómo nuestra sociedad se está volviendo cada vez más consciente del problema ambiental. El ahorro y la eficiencia energética se tienen cada vez más en consideración.
La gran mayoría (83%) considera que la eficiencia energética es un factor importante a tener en cuenta a la hora de comprar bienes. A raíz de la pandemia, los electrodomésticos de alta eficiencia energética y las ventanas de doble acristalamiento fueron las inversiones más comunes realizadas (48% y 44% respectivamente) o que se tiene pensado realizar para que las casas sean más eficientes.
Es un gran reto, ya que el patrimonio edificado español es enorme, asciende a 35.470.051 edificios, de los cuales el 67% (23.525.296) son viviendas que tienen más de 40 años de antigüedad, y actualmente cuatro de cada cinco edificios en España son energéticamente ineficientes, lo que muestra el volumen del mercado potencial
Ahorro en la factura
Pero no sólo es una cuestión de compromiso ambiental, sino también de cuidar los bolsillos. Mejorar el aislamiento de la envolvente del edificio, hacer energéticamente más eficientes las instalaciones térmicas o la obtención de energía mediante renovables son medidas que ahorran en la factura de la luz y en la del gas.
Las hipotecas verdes crecerán a un ritmo de doble dígito por la mayor oferta de los bancos y las mejores condiciones de contratación.
Según la comercializadora de electricidad Gana Energía, una vivienda con una clasificación energética A consume hasta un 90% menos de energía que una con la etiqueta más baja. Esto se traduce en una reducción de la factura eléctrica y de los recursos utilizados gracias a la optimización del consumo energético.
En España disponemos de una ley que obliga a los propietarios a obtener certificados de eficiencia energética antes de poder vender o alquilar sus casas: el Real Decreto 235/2013. Esta norma parte de una iniciativa más amplia del gobierno para impulsar el parque inmobiliario en España hacia un futuro más eficiente en materia de energía.
Hipotecas verdes
El cambio de mentalidad no solo se ha dado en las familias. El sector de la banca también cambia de rumbo y apuesta por propuestas de financiación más verdes y sostenibles. Se ha dado cuenta de la oportunidad, porque el momento es inmejorable y responde a una necesidad para mejorar la calidad del parque de vivienda.
De hecho, según Agencia Negociadora, fintech (tecnológica financiera) dedicada a la intermediación hipotecaria registrada en el Banco de España, 2022 será el año de las hipotecas verdes. Crecerán a ritmo de doble dígito por la mayor oferta de los bancos y las mejores condiciones de contratación.
«El autoconsumo podría superar los más de 1.000 MW, más de un gigavatio», apuntan desde la patronal renovable APPA
Este será el año del boom de las ayudas ligadas a premiar la eficiencia energética de una vivienda o bien a incentivar la mejora de aquellas que, por su edad, presenten las calificaciones energéticas menos favorables.
Autoconsumo fotovoltaico
El autoconsumo fotovoltaico es una alternativa ideal que cada vez gana más peso entre las opciones para ahorrar en la factura de la luz. Además, apuesta por las energías renovables. Las empresas del sector lo llaman la edad de oro del autoconsumo en España.
En 2020 se alcanzó un récord de 600 MW instalados, según la patronal fotovoltaica UNEF y, pese a la preocupación por el retraso en los suministros y en la llegada de los fondos europeos, se cree que se superará esa cifra en el año que acaba de finalizar.
«Según nuestros cálculos, hablando de este año 2021, el autoconsumo podría superar los más de 1.000 MW, más de un gigavatio», apuntaron desde la patronal renovable APPA durante la presentación Estudio del Impacto Macroeconómico de las Energías Renovables en España del pasado mes de noviembre.
Todo está alineado para la transformación hacia un modelo más sostenible en nuestros edificios. No solo está la concienciación de la sociedad, sino que existe un universo empresarial muy capacitado, un sector financiero dispuesto a facilitar las inversiones y las ayudas europeas que harán despegar lo que hasta ahora se ha considerado el «hermano pobre» de la transición energética.